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Chile

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Nombre del país:
Existen diversas teorías sobre el origen del nombre “Chile”. Entre los cronistas más destacados que hicieron referencia a la designación se encuentra el abate Molina, intelectual e historiador chileno que sostiene que “Chile” deriva de la palabra mapuche trih o chi, término con el que llamaban a un pájaro que habitaba la región. Según Diego de Rosales, investigador del siglo XVIII, “Chile” era el nombre del cacique que gobernaba el valle del Aconcagua antes de la ocupación del imperio Inca. A su vez, para el historiador Ricardo Latcham habrían sido los incas los que trajeron un grupo de indios mitimaes que le dieron el nombre de “Chile” a la región, bautizándolo igual que un río de Perú.

Geografía:

Chile es un país largo y angosto, que se extiende entre la Cordillera de Los Andes y el Océano Pacífico al suroeste de América del Sur. Sus coordenadas van desde la latitud 17° 30' sur en la zona del altiplano, llegando a los 56° 30' sur en su parte continental y 90° sur, en territorio antártico.
Chile tiene varias particularidades geográficas: posee territorio en la Polinesia con la Isla de Pascua, a 3.700 km de la costa (Chile Insular), en la Antártida (Chile Antártico, 1.250.000 km2) y en el continente sudamericano (Chile continental e insular, 756.096 km2).
La superficie de Chile continental e insular equivale aproximadamente a más del doble de la superficie de Alemania, aunque repartida en un franja de 4.200 km de longitud por 90 km en su parte más angosta y 440 km en su parte más ancha, recortada por cientos de islas y fiordos en su parte más austral.
La capital y principal ciudad en cantidad de población y empleos es Santiago (6.061.185 habitantes según el censo de 2002). Ubicada sobre el paralelo 33° sur, en similar latitud que Buenos Aires o Montevideo, es el mayor centro político, económico, cultural e industrial del país. Con seis millones de habitantes, es la puerta de entrada a Chile y una de las más modernas capitales en el continente.

Clima:

La latitud, la altitud y la cercanía al mar determinan la variedad climática de Chile. A medida que se avanza de norte a sur, el régimen pluvial aumenta y las temperaturas descienden. El desierto se extiende desde el límite con el Perú hasta el río Copiapó, marcando una zona de precipitaciones escasas y con una temperatura media de 16° C que empieza a decrecer a medida que se asciende la cordillera de los Andes. Al sur del Copiapó y hasta el río Aconcagua la lluvias van en aumento, con una media anual de 113 mm y una temperatura promedio de 15° C. Desde este último curso de agua hasta el río Bio bío, las lluvias se concentran en invierno y llegan a los 360 mm; en cambio, la temperatura decrece un grado, marcando una media de 14° C. Del río Bío Bío al golfo de Corcovado el promedio se fija en 12ºC y entre 943 a 2.488 mm de precipitaciones. Y, finalmente, desde este golfo al Cabo de Hornos la temperatura desciende a un promedio de 9° C mientras que las precipitaciones alcanzan los 2.820 mm.

Población:

Los últimos datos estadísticos provistos por el Censo Nacional del año 2002 dan una población de 15.589.147 habitantes, con una densidad demográfica de 20,4 habitantes por km2 y una edad promedio de 30,04 años. La región metropolitana concentra la mayor cantidad de población, con 6.061.185 habitantes, a la que le siguen la región de Bio Bío, Valparaíso, Los Lagos y del Maule.

Idioma:

El idioma oficial es el castellano (español). En algunos lugares del país todavía se mantienen vivas lenguas como el mapudungún (mapuche), el quechua y el rapa nui, todas pertenecientes a los pueblos originarios.

Religión:

Existe completa libertad de culto. Aunque la religión Católica Apostólica Romana es la que profesan la mayoría de los chilenos (un 76.7% según el Censo Nacional de 2002), también el protestantismo, el judaísmo, el islamismo, la religión ortodoxa griega y la ortodoxa rusa, entre otras, tienen su manifestación en el país.

Moneda:

El sistema monetario es regido por el peso chileno ($ CLP), que se emite en monedas metálicas de $1, $5, $10, $50, $100 y $500 y en papel billete de $1.000, $2.000, $5.000, $10.000 y $20.000.
Formalidades de ingreso:
Como requisito principal para ingresar al país, es imprescindible viajar con el pasaporte actualizado, a excepción de los ciudadanos de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay que pueden presentar solamente sus cédulas de identidad vigentes.
Existen algunos países, como Perú, Francia, Venezuela y Nueva Zelanda, que por más que mantienen relaciones diplomáticas con Chile sus ciudadanos deben tramitar visado de turismo y la autorización previa del Ministerio de Relaciones Exteriores para entrar a Chile. Igual trámite deberán realizar los ciudadanos provenientes de países que no poseen relaciones diplomáticas con Chile.
Para más información, visitar los sitios: http://www.chile.travel/ o http://www.sernatur.cl/.

Tips para viajeros:

Chile está catalogado como un país de turismo de intereses especiales (TIE) que hace referencia a aquellas actividades que otorgan un valor agregado. Actividades como el ecoturismo, turismo de aventuras, turismo astronómico, etnoturismo, turismo rural y turismo cultural están siendo los principales atractivos del país. La geografía y cultura de Chile, con características distintivas entre las distintas zonas de su larga superficie, permite que se abra un panorama para cada visitante y sus gustos personales. Chile suma una amplia oferta en este sentido, siendo las principales zonas de referencia la zona norte y la Patagonia.
Igualmente es posible realizar turismo de sol y mar en el amplio litoral con que cuenta Chile con una completa infraestructura hotelera y de servicios para todos los bolsillos.
Santiago, la capital, es bien conocida internacionalmente por ser sede de importantes encuentros económicos, reuniones de negocios, ferias, seminarios y eventos empresariales. El turismo de negocios tiene acá su sede con hoteles cinco estrellas, importantes salones para eventos y conferencias y sectores gastronómicos de lujo.
También un factor importante para los visitantes invernales es la nieve y los grandes centros de ski que hay en la Cordillera de Los Andes, desde la zona central, a menos de 1 hora de Santiago, hasta la zona sur y el extremo austral. Completa infraestructura, hoteles, posadas y traslados diarios para los amantes de los deportes blancos como ski, snowboard, fuera de pista, heliski y ski de travesía. Los centros de ski cuentan con arriendo de equipos, escuelas de ski, servicio de patrullas y canchas en excelente estado de diferentes niveles de dificultad. Igualmente para los deportistas acuáticos, Chile cuenta con grandes "spots" para la práctica del surf y del kitesurf.

PUNTOS DE INTERÉS TURÍSTICO


Podemos citar 5 zonas dentro de la geografía turística de Chile:

* Desierto de Atacama
* Santiago y alrededores
* Lagos y volcanes
* Patagonia
* Islas

Desierto de Atacama:
Esta enorme zona abarca el Desierto de Atacama, el más seco del mundo, con sus salares, termas y geisers, grandes minas de cobre y otros minerales, como la de Chuquicamata, en Calama, y otras a grandes altitudes en el altiplano, y fértiles quebradas y oasis cuyos frutos únicos invitan a tours gastronómicos.
En el altiplano, hogar de pueblos indígenas, la influencia incaica y española se resguarda en antiguos poblados y fiestas religiosas, que hoy siguen convocando a gran cantidad de fieles en distintas épocas del año. Aquí encontrarás valiosos vestigios de las culturas originarias en sitios arqueológicos y museos, como el de San Pedro de Atacama, y atractivas ciudades en la costa, como Arica, Iquique, Antofagasta, Coquimbo y La Serena, que te encantarán por sus playas y buen clima, cálido y parejo. En el desierto, en invierno, la historia es otra: la temperatura varía desde -7°C a 26°C entre la noche y el día.
En el área de Copiapó, el desierto se vuelve fértil gracias a la camanchaca, una bruma que sale del mar y que permite la vida en impactantes reservas naturales como el Parque Nacional Pan de Azúcar y el Parque Nacional Fray Jorge, y entre las ciudades de Copiapó y La Serena –está ultima a 470 km de Santiago–, aparecen los valles y sus viñas de reconocidos piscos y vinos.
Si bien el norte de Chile es minero, también es sitio de observatorios astronómicos. Los más impresionantes, Cerro Paranal y Proyecto Alma, confirman a esta zona como tierra de mágicos descubrimientos.

Santiago y alrededores:
Basta aterrizar en Santiago, la capital de Chile, para darse cuenta que la principal ciudad de esta nación es un amasijo de sentidos. Enclavada a los pies de la Cordillera de Los Andes y surcada por el río Mapocho, este antiguo valle descubierto por el colonizador español Pedro de Valdivia en 1541 se ha convertido en un importante y moderno centro de negocios a nivel continental, con una completa oferta de hoteles y restaurantes de primer nivel, tecnología de punta y acceso a múltiples servicios: el punto de partida ideal para los viajes al resto del país.
Santiago es una caja de sorpresas a descubrir. Hay mucho más de lo que piensas ya que en sus calles y barrios convive la identidad del globalizado siglo 21 con las más arraigadas tradiciones locales. Encontrarás desde pequeños cafés con WiFi, tiendas de diseño, buenas librerías y locales de artesanía fina, hasta grandes centros comerciales o largas cuadras con tiendas de marcas de lujo. Es cosa de preguntarle a alguna de las más de seis millones de personas que viven en esta urbe para obtener una gama de opciones diversas y elegir de acuerdo a tus preferencias.
En Santiago siempre tendrás algo que hacer, dependiendo de la época del año: el verano abre las puertas hacia el mar con Valparaíso y Viña del Mar (a poco más de 1 hora en auto) como las mejores cartas de una baraja que te sorprenderá en cada jugada. Durante el invierno, la joya son los centros de ski, distantes a menos de 40 km. En primavera, las festividades patrias –el "18"– son un deleite para el visitante y el otoño es ideal para vivir las fiestas de la vendimia en los valles centrales, con una copa de buen vino en la mano.

Lagos y Volcanes:

Pasados los 400 km al sur de Santiago comienza a sentirse la diferencia. Allí está la ciudad de Chillán, con sus tradiciones e historia, y las faldas de los Nevados de Chillán, con su centro de ski y termas. Pero más allá del río Biobío, y por otros 800 km hasta Castro en la isla de Chiloé, el paisaje se torna campestre, la vegetación lo inunda todo y el verde se expresa en mil matices. Aquí la vida corre a otro ritmo, más pausado y junto al crujir de la leña en la chimenea. La lluvia cae y limpia los cielos, que vuelven al azul intenso. Huele a bosque y a tierra húmeda. La gente es cálida y acogedora. Viven de la agricultura, la ganadería y la madera.
Bienvenido al sur de Chile, un territorio de gran belleza escénica, que incluye las regiones del Biobío, de la Araucanía, de Los Ríos y Los Lagos.
Accesibles por modernas carreteras, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Varas y Puerto Montt, son sus principales ciudades. Para ski, en invierno, y vida junto al lago, en verano, no puedes perderte Villarrica y Pucón. También está el archipiélago de Chiloé, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido y donde aún perviven ancestrales tradiciones.
Podrás encontrar desde sofisticados hoteles hasta equipados campings, pasando por ecolodges y hosterías caseras. Además de un cóctel de experiencias para todos los gustos. Disfruta de un baño en termas naturales, bajo un cielo estrellado y en medio de la naturaleza. Practica deportes náuticos en lagos y ríos, disfruta de un día de pesca, o explora los más de 30 monumentos naturales, reservas y parques nacionales. Sin contar con que en invierno podrás esquiar en cómodos centros invernales.
Si prefieres actividades más apacibles, te espera una magistral gastronomía, podrás conocer a las comunidades de los indígenas que habitan estas tierras y recorrer pintorescos pueblos que levantaron los inmigrantes europeos que llegaron en el siglo 19.

Patagonia:

Han pasado casi 500 años desde que la Patagonia fue descubierta y los apelativos para describirla siguen siendo similares a las palabras que usaron los primeros exploradores y naturalistas: exótica, lejana, extensa, de belleza infinita, salvaje, indomable.
Imagínate inmerso en un lugar de 240.000 km2 de superficie, es decir, el tamaño de un país como Reino Unido, pero donde la población no supera un habitante por km2 y donde el 50% del territorio es Área Silvestre Protegida. En la Patagonia chilena eres tú y la naturaleza salvaje, donde puedes inspirarte con sus paisajes y realizar actividades como pesca con mosca, trekking, ciclismo, montañismo, rafting, kayak y cabalgatas.
Aquí te sorprenderá la inmensidad de Campos de Hielo, de donde descienden glaciares de gran belleza, la majestuosidad de sus montañas, como Torres del Paine, San Valentín y Cerro Castillo, el colorido y extensión de sus lagos como General Carrera y O'Higgins, lo caudaloso de sus ríos como el Baker, Palena y Futaleufú, la variedad de ecosistemas que van de bosques impenetrables a extensas estepas de coironales y el enorme laberinto de fiordos y canales que te espera para navegar y contemplar delfines y ballenas.
Entre tanta naturaleza, aparecen ciudades y pueblos pioneros como Coyhaique, Punta Arenas y Puerto Natales, donde se respira una historia ganadera y el estilo del gaucho de la Patagonia.

Islas:
De las centenares de islas que Chile detenta, hay tres que se llevan las preferencias de los visitantes y a las que podrás viajar con mayor facilidad: Isla de Pascua, Robinson Crusoe y Chiloé, las dos primeras muy alejadas del continente, 3.700 km y 500 km respectivamente, en pleno Pacífico, y Chiloé, la mayor de estas islas, distante sólo a treinta minutos en transbordador desde Puerto Montt.
Isla de Pascua o Hanga Roa, en su lengua original, es uno de los más exóticos puntos del país. En la misma latitud de Caldera, pero a miles de kilómetros de la costa, su cultura originaria ha sido motivo de admiración centenaria debido a los grandes monumentos líticos, los moais, con más de 800 años de antigüedad que pueblan una geografía volcánica rodeada de bellas playas. La cultura originaria sigue viva y atrae a miles de visitantes con buena hotelería y restaurantes en el “ombligo del mundo".
La isla Robinson Crusoe, parte del archipiélago Juan Fernández, fue duramente azotada por el tsunami de febrero del 2010. Gran parte de su infraestructura municipal y hotelera está siendo reconstruida, sin embargo, puedes gozar de la gran calidez de sus 500 habitantes que desde hace un siglo colonizaron la isla. Crusoe, tiene una naturaleza endémica superior a Galápagos en cuanto a flora y aves, langostas como principal comida y una historia que mezcla pasos de corsarios y el primer combate naval de la I Guerra Mundial con un acorazado alemán hundido en sus costas.
El archipiélago de Chiloé, al suroeste de Puerto Montt, es un conjunto de islas cercanas al continente cuyo mayor territorio alberga ciudades como Ancud, Castro y Quellón, sedes de la cultura chilota, rica en mitos, comidas, solidaridad, arquitectura y la mezcla de campesinado y pescadores. Con un bello parque nacional e iglesias que fueron elegidas por Unesco como Patrimonio Mundial, es apuesta segura.
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